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Como amante de los dulces que soy me resulta irresistible el sabor de un buen gofre, seguramente tienes tu pastelería o crepería favorita donde disfrutas de estos magníficos postres, sin embargo debes saber que si cuentas con una gofrera y un poquito de maña puedes disfrutar de tus gofres para degustarlos en el desayuno, la merienda o para obsequiar a tus invitados con algo especial.


Los gofres belgas que son los que nos ocupan en este artículo tienen la particularidad de que se preparan con levadura fresca en lugar de utilizar Royal. Este tipo de gofre en sentido estricto no es más que pan dulce al que se le añade una buena cantidad de levadura fresca para promover la fermentación, gracias a ello son muy rápidos de preparar ya que la masa fermenta en 30 minutos aproximadamente por lo que son muy socorridos y pueden prepararse en un abrir y cerrar de ojos.

Las variedades

Dentro del amplio abanico de posibilidades que ofrecen los gofres en cuanto a ingredientes y composición, en los gofres belgas podemos establecer dos grandes tipos, los gofres belgas clásicos y los gofres de Lieja.

Gofres Belgas Clásicos

Los Gofres Belgas Clásicos suelen prepararse con levadura de panadero y clara montada, ingrediente este último cuyo propósito es aligerar la masa y proporcionarle a la misma lo más característico de esta variedad, su textura y consistencia crujiente, muy similar al de una galleta o una oblea, se le suele añadir topping por encima. Como bien indica su nombre estos gofres son originarios de Bélgica, tanto en las ciudades de este país como en numerosas calles de Centroeuropa es muy característico encontrarse puestos callejeros donde los venden. Se suelen recubrir con ingredientes dulces, ya sea azúcar, edulcorantes, chocolate, miel, nata o helado.

Gofres de Lieja

Esta variedad de gofres recibe este nombre en homenaje a la ciudad belga de Lieja de donde son originarios gracias a la idea de un chef del Principado de Liege durante el siglo XVIII, a diferencia de los gofres clásicos belgas, los gofres de Lieja son más dulces, de textura más densa y de tamaño más reducido, similar al de una tortita, suelen ir cubiertos de sirope, ingrediente que suele ser añadido en el último momento de la preparación. Los gofres de Lieja suelen servirse calientes, aunque se pueden tomar en puestos callejeros también es común encontrárselos precocinados en supermercados y tiendas de alimentación. Estos gofres tradicionalmente a diferencia de los gofres belgas clásicos se sirven normalmente sin ningún tipo de acompañamiento, sin embargo ello no impide que si así lo deseas puedes añadirle canela, vainilla, chocolate, frutas o cualquier otro ingrediente dulce que se te ocurra o que te apetezca. Cuando prepares tus gofres belgas caseros puedes utilizar tu imaginación para añadir distintos tipos de ingredientes dulces con los que disfrutar de este emblemático postre.

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